El Paupérrimo Agro Colombiano II
Imagen referente a la agricultura relacionada con la publicación
Publicado 2023-08-31 15:37:48
Ferley Henao Ospina

La semana pasada, el capítulo I de esta serie compartió con ustedes gráficos basados en FAO sobre la productividad agrícola además de otros que ilustran el impacto ambiental por el uso de los suelos en área para obtener igual volumen de idéntico producto. Ese impacto incluye la huella hídrica en la misma proporción del uso de los suelos.

Concluye esa parte compartiéndoles el enlace de las Fincas-Escuelas que fueron implementadas en Ecuador, las que tuve el privilegio de dirigir para la Fundación Suiza de Cooperación para el Desarrollo Técnico, con financiación de la Corporación Andina de Fomento CAF y de una de las importantes industrias agroexportadoras de ese país. En este enlace se observa con alto nivel de detalle cómo Sí se puede incrementar el rendimiento empleando técnicas de agricultura limpia con BPA, con innovación y tecnología. Este es el enlace:

 

https://drive.google.com/file/d/1sPCR9-0b3AwnPtKDUIhqv-uklwnuIKwi/view?usp=sharing

Bueno, esa experiencia es muy motivadora porque nos lleva a entender que sí es posible pasar de la agricultura de pérdidas en cantidad y en calidad a la agricultura limpia, eficiente y rentable.

Observaron ustedes que en la inducción que se dio a los agricultores proveedores de Sipia, empresa Agroexportadora ecuatoriana, están en primera fila las Buenas Prácticas Agrícolas BPA y que ellas conllevan la producción asociativa de compost, humus, Lixiviados, caldos minerales, etc. porque estamos perfectamente alineados con la teoría de la Trofobiosis con la que Francis Chauboussou demostró que “En suelos sanos, los cultivos son sanos y que en cultivos sanos las plagas se morirían de hambre”

Chaboussou sostiene que “un insecto no tiene el complejo enzimático para alimentarse de una planta sana por lo que debe buscar hortalizas enfermas”. Este principio nos lleva a entender que conjugando todo el conocimiento acumulado desde la segunda mitad del siglo pasado que implica Biotecnología, información precisa de los requerimientos nutricionales de la planta en cada una de sus etapas de desarrollo, germinación protegida y controlada, prácticas agrícolas avanzadas, rotación y asociación de cultivos, fertirrigación, acolchamientos de suelos, cubiertas para administrar microclimas, etc. es como puede darse el salto tecnológico indispensable para salir del atraso.

«Cuando la planta está bien nutrida, la formación de aminoácidos que tiene no permite que se puedan alimentar las plagas, que generalmente tienen un crecimiento exponencial. En cambio, como no consumen la hoja no absorben los nutrientes y no se reproducen», señaló.

“Podemos cambiar el nombre de plagas y enfermedades por indicadores de mal manejo. Los insectos, ácaros, nemátodos, hongos, bacterias y virus son la consecuencia y no la causa del problema”.

“La salud del suelo se ha definido es su capacidad para funcionar como un sistema vivo. Los suelos sanos mantienen una comunidad variada de organismos del suelo que ayudan a controlar las enfermedades de las plantas, insectos y malezas, forman asociaciones simbióticas beneficiosas con las raíces, reciclan nutrientes esenciales para las plantas, mejoran la estructura del suelo con efectos positivos para el agua del suelo y la capacidad de retención de nutrientes, y en última instancia mejoran la producción agrícola”.

Aunque, por razones inexplicables, hay corrientes que promueven la idea de que la calidad solo es posible cuando los rendimientos son bajos, esa es una idea equivocada. Sucede exactamente lo contrario, la productividad es una respuesta natural que la planta expresa en floración completa, fructificación sana, desarrollo armónico de frutos y mayor cantidad de ellos.

Anunciamos en el capítulo I que ésta y la siguiente semana continuaríamos con el análisis de los otros dos impactos, después del ambiental: SOCIAL Y ECONÓMICO. Hoy les haremos entrega del Social:

2.- SOCIAL: Debido a la importación de alimentos, se han eliminado miles de oportunidades de trabajo en el campo. Solo como ejemplo, si se sustituyeran las importaciones de maíz, Colombia generaría más de 600.000 puestos de trabajo directos en el agro, además de los trabajos indirectos en los municipios en los que estos se implementaran y de la riqueza asociada por la reactivación de las tierras hoy improductivas o mal cultivadas.

En Maíz se cultivan 418.670 hectáreas que representan solo el 9% de las 4.617.116 de hectáreas cultivadas en diferentes especies en todo el territorio nacional.  La proyección puede hacerse tomando este dato como punto básico de referencia. Bajo esa óptica, los problemas sociales que afronta el país, encabezados por el desempleo, podrían estar siendo solucionados parcial o totalmente generando acciones en la dirección correcta de la política pública agropecuaria.

Téngase en cuenta que Colombia importa todo el trigo, el sorgo, la cebada y el tomate para proceso, el 80% del maíz y volúmenes muy importantes de papa, arroz, fríjol, avena, legumbres, hortalizas y tubérculos, melones, manzanas, peras, uvas, duraznos, sandía, mangostinos, cereales y nueces, carne, pescado, lácteos, queso y hasta café y otros 300 productos.

Para enfrentar estas realidades, el camino correcto está en el conocimiento, rescatar la actualización tecnológica de los últimos 70 años en los que Colombia perdió el ritmo y se quedó rezagada. Necesitamos ponernos a tono con la innovación agropecuaria: Producción asociativa de sus propios insumos orgánicos, incorporar la biotecnología, conocimiento preciso de los requerimientos nutricionales de la planta en cada una de sus etapas de desarrollo, germinación protegida y controlada, prácticas agrícolas avanzadas, rotación y asociación de cultivos, fertirrigación,  acolchamientos de suelos, cubiertas para microclimas específicos y otros conocimientos que fueron puestos al servicio de la agricultura pero que los colombianos no usamos porque no los conocemos y que otros países los implementaron cambiando la vida de sus agricultores, generando, de paso, dinamismo a sus economías locales y reduciendo los impactos al ambiente.

VIDEO-COLUMNA

EL PAUPÉRRIMO AGRO COLOMBIANO Capítulo II

https://youtu.be/MSBqQdqtQDk

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